Castarlenas es una población deshabitada desde los años setenta del pasado siglo. Es lugar antiguo (Kaster Lenas), documentado en 1078 cuando el rey Sancho Ramírez lo da a Gombaldo Ramón para que haga allí un castillo y lo pueble. El nombre ya hace suponer que había o hubo allí un castillo anterior. La posición elevada del lugar lo hace oportuno para ello.
Actualmente circular por sus calles es peligroso. Los derrumbes y la maleza se han apoderado de todo. La mirada parece extenderse sobre un escenario postbélico. Al poco de despoblarse desaparecieron las tejas y la ruina total fue inmediata.
Accedimos por el sur, por una antigua calle que deja un muro de apariencia defensiva a la izquierda.
Sobre este muro se yergue la iglesia, único edificio que conservó las tejas y que así ha conseguido durar unos años, aunque ya parece que poco le queda.
Quedan restos apenas visibles entre la maleza, de una escalera que permitía acceder a la plaza.
Pronto tropezamos con unas casetas en ruinas que albergan una serie de silos excavados en la roca para guardar el aceite.
Al aire libre hay también algunos silos, probablemente más antiguos, que también debieron tener en tiempos alguna protección. Resultan muy difíciles de fechar estas construcciones que fueron usadas hasta épocas bien recientes y cuya antigüedad es indudable.
Hace unos años en un silo se conservaban los anclajes que habían sujetado la tapa de madera. El expolio ha llegado al extremo de que hasta eso se han llevado.
Desde los silos retrocedimos hasta más allá de la iglesia para entrar en el núcleo central de la población a través de las casas derruidas, alguna de las cuales aún muestra sillares que evocan un mejor pasado.
Entre ellas se vislumbra un cubo con revestimiento cerámico, que pudo ser para el vino o quizás para el aceite.
Por entre los cascotes llegamos a Casa Vidal, cuyos miembros tuvieron reconocimiento de hidalguía. En la fachada se nota el lugar desde donde se arrancó el escudo heráldico.
Casa Vidal tuvo capilla particular de la que se conserva la portada. Esta capilla, no demasiado antigua, estaba dedicada a San Mamés al igual que una ermita desaparecida situada en unos campos al sudoeste de la población, que también pertenecía a Casa Vidal.
La calle entre Casa Vidal y la Abadía conduce al paso cubierto que da acceso a la plaza Mayor, que era el centro de la vida de la población. En el interior del paso está la puerta de Casa Guarné.
En la plaza se encuentra la iglesia dedicada a San Pedro Apóstol. Es un edificio del siglo XVI orientado al este, que debió sustituir a otra iglesia anterior.
Para ir a la portada hay que rodear la cabecera poligonal.
Y atravesar el antiguo cementerio, en el cual aún se ven restos de sepulcros.
La portada de estilo plateresco estaba protegida por un pórtico que ha desaparecido. Guarda gran parecido con la de la parroquial de Torres del Obispo. Sobre ella hay una inscripción cuyo significado se me escapa.
Toda la decoración está repleta de símbolos de difícil interpretación, especialmente en las jambas, donde aparecen personajes benévolos sobre otros malignos.
Gran profusión de jarros y decoración floral.
Y hasta un personaje femenino desnudo.
En la iglesia parroquial de Torres del Obispo se guarda una imagen de San Pedro en una hornacina, que procede de aquí. Probablemente coronaba la portada.
La portada hace años que está atrancada y no hubo más remedio que ir hacia atrás y entrar a través de las ruinas de la sacristía situada al nordeste del edificio, que como puede observarse no es una entrada apta y cómoda para cualquiera.
El interior consta de una nave con dos capillas a cada lado. Todas las bóvedas son góticas con las claves y las ménsulas de las que arrancan los nervios esculpidas.
Las capillas son pues contemporáneas del resto de la iglesia si bien en alguna de ellas se reconocen que han sufrido reformas con ladrillo en alguna época.
Las capillas del lado sur tienen ventanas, si bien la más cercana al presbiterio la tiene cegada
A los pies está el coro con su escalera de acceso, a la derecha de la cual está la puerta que comunicaba con la desaparecida abadía.
Desde el coro se accede al campanario si bien el estado de la construcción me impulsó a ser prudente y no subir hasta él.
En el muro sur queda el testimonio del año (1885) y el autor de la última decoración pictórica de la iglesia.
Una casa frente a la iglesia guarda en su interior un silo similar a los que habíamos visto abajo.
Hacia el este de la plaza se halla la denominada Balsa de Arriba, hoy seca.
Al norte de la población está la Balsa de Abajo.
Cercana a ésta, junto a una casa aún hay otra balsa más pequeña.
Sin embargo, para el suministro de agua de boca había que acceder a la fuente más alejada de la población.
Antes de irnos echamos un vistazo a Casa Guardia, junto a Casa Vidal, la otra casa más notoria de Castarlenas.
Ver un pueblo deshabitado hace tiempo y su ruina inspira sentimientos desoladores, pero la belleza del entorno, la tranquilidad que se respira y los paisajes que se divisan compensan el esfuerzo de la visita.
Y aún más en primavera.
Algo alejada de la población, al sudoeste se encuentra la primitiva ermita de San Mamés.
La cabecera actual, construida con adobes, sustituyó el ábside semicircular primitivo. En el lugar de dicho ábside se construyó un corral, destruido con posterioridad por un incendio.
Hace muchos años que debió desaparecer la bóveda y su uso como ermita pues tuvo incluso un piso construido encima. De todos modos, a mediados del siglo pasado aún venían del pueblo el día del santo y se guisaban judías.
Hola! Me ha encantado este post. Pero fijándome bien y acercando con el zoom la foto de la puerta de la iglesia, en la que hay una raja, se puede ver claramente a través de esa raja que hay una especie de oso, lobo o animal extraño…Podrías confirmarme si era un animal detrás de esa puerta?
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No hay nada. He mirado en la fotografía original con mucha mayor definición y se ve que son escombros (cascotes y piedrecitas sueltas de las partes medio derrumbadas). Además ese mismo día, como otras veces, entré dentro por un agujero que hay (no por la puerta, que lleva años atrancada) y los únicos seres vivos del interior eran algunos murciélagos. Un saludo.
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