Otra de las grandes catedrales renanas es la de Worms. Repite el mismo esquema que las de Espira y Maguncia.
Tras el transepto el presbiterio acaba en un ábside semicircular, inapreciable al exterior ya que lo encierra un muro recto. El ábside se encuentra flanqueado también por torres circulares.
A occidente, a los pies del templo, siguiendo el modelo imperial (el “werstwerk”), se halla un ábside poligonal construido en el año 1234, que contrasta con la estructura del ábside oriental. También está flanqueado por dos torres, rodeadas por una arquería abierta que recuerda el lombardo.
Encima de los ventanales y arcuaciones ciegas culminan el ábside y el crucero con sendas arquerías abierta de falsas ventanas (algunos las denominan enanas) parecidas a la de la cabecera este de Espira.
En total tiene seis torres, cuatro laterales cilíndricas y dos sobre el eje central, octagonales, una al lado occidental y la otra sobre el crucero, lado este.
La decoración con arcuaciones ciegas se extendía por amplias zonas de los muros laterales como aún puede contemplarse al sudoeste.
En la galería superior del cuerpo occidental hay un monstruo esculpido bajo cada columna y en la fachada oriental estos monstruos aparecen en los ventanales situados bajo la galería.
El interior se compone de tres naves y un amplio transepto. Grandes bóvedas de crucería cubren la nave central, ya que la cubierta nervada original se hundió a fines del siglo XII.
El crucero se cubre con cúpula sobre trompas.
Las naves laterales se cierran con bóvedas de arista.
El material básico es también arenisca roja. Su color oscuro hace que en el interior haya menos claridad que en Espira dado que aquí los ventanales son más pequeños.
Bajo el presbiterio oriental hay una cripta con sepulturas de familiares de Conrado II.
Descontextualizadas, a un lado en la nave sur, hay unas cuantas esculturas románicas ciertamente interesantes.
No puede hablarse en este caso de vidrieras originales románicas, pero sí que algunas de ellas son de gran belleza.
El portal norte lleva, sobre sí, un grabado con un bronce de Federico I Barbarroja y el escrito medieval, de una exención de impuestos que este emperador concedió a los ciudadanos de Worms en 1184.
La ciudad y su catedral fueron sedes de eventos importantes, entre los que se puede mencionar el Concordato de Worms en el año 1122 que puso fin a la querella de las Investiduras.