Andlau se encuentra al sudoeste de Estrasburgo. La iglesia de San Pedro y San Pablo pertenecía a la denominada abadía de Santa Ricarda, emperatriz del Sacro Imperio, esposa de Carlos III el Gordo, que la fundó en 880.
El primer edificio quedó destruido por un incendio en 1045. Fue reconstruido en estilo románico el siglo XII (lo consagró el Papa León XIII en 1049). Sólo ha llegado a nosotros de esa época: el portal, la cripta y un friso esculpido que recorre la fachada y el muro norte.
Bajo un macizo pórtico-campanario del XVII el portal ofrece las más destacadas esculturas románicas de Alsacia.
En la parte superior del tímpano Cristo da una llave a San Pedro y un libro a San Pablo. La escena está flanqueada por sendos árboles en los que están las presas buscadas por un cazador con una honda y otro con arco y flechas. Debajo un friso vegetal separa las mencionadas imágenes del dintel donde se representan escenas de Adán y Eva en el Paraíso Terrenal.
En las jambas, en la pilastra interior, entre tijas vegetales enroscadas aparecen pájaros y cuadrúpedos. En la exterior aparecen bajo arcuaciones parejas conversando, se supone que los benefactores de la abadía ya que algunas muestran sus nombres grabados. Unos atalantes barbudos sostienen tanto las enramadas como las arcuaciones.
En la fachada se ven escenas de lucha, a pie y a caballo, mientras nereidas en los extremos cabalgan sobre un pez.
Por encima del portal un león y una leona devoran un jabalí.
Hay escenas de caza con animales y monstruos.
Entre los animales se reconoce un elefante cargando una torre
En una escena se ven un hombre y un oso luchando.
En otra un demonio ata con una cuerda a un hombre que vende vino a un monje y otro se superpone a alguien que cambia moneda a un peregrino.
Se ven varias escenas de preparativos de un banquete.
En el muro norte también hay escenas de caza, animales fabulosos y una escena mitológica.
En el interior, el coro, elevado por encima de la cripta doble y cubierta con bóvedas de arista, está decorado con bellas tallas del XV. También hay la tumba de Santa Ricarda.
La cripta es de tres naves de igual anchura y altura, cubiertas con bóvedas de arista sostenidas por columnas con capiteles cúbicos. La cabecera se ilumina mediante tres ventanas de medio punto.
La leyenda con algunas variantes narra que un ángel le había encargado buscar un oso y construir un convento allí. La emperatriz encontró una osa arañando el suelo donde había un osezno congelado, enterrado por su propia madre, al que logró devolver a la vida. El oso ha sido siempre símbolo de Andlau y uno en piedra arenisca se puede ver en la cripta.