Este oratorio, situado en una pequeña población en las cercanías de St-Benoît-sur-Loire, fue construido formando parte de la villa de Teodulfo, noble y erudito de origen visigodo, que fue obispo de Orleans, abad de St-Benoît y consejero de Carlomagno. El resto de la villa ha desaparecido, quedando sólo el oratorio.
El edificio, al modo del mausoleo ravenés de Gala Placidia, tenía forma de cruz griega centrada por una cúpula rematada por una torre-linterna. Los brazos de la cruz se cerraban con ábsides.
Tenía dos absidiolas al este, que fueron destruidas durante las restauraciones del siglo XIX, dejando únicamente el central.
El brazo oeste del crucero desapareció al añadirse la actual nave en el siglo XV.
El crucero lo sostienen pilares cuadrangulares y sobre ellos está la cúpula, como todo el resto muy modificada por la exagerada restauración del XIX. La torre tenía tres pisos de los que desapareció uno.
En uno de los pilares se lee «Tertio nonas januarias dedicatio hujus ecclesiae» (esta iglesia fue dedicada el tres de enero).
Esta inscripción continúa en otro pilar afirmando la construcción en 806, pero se supone que esta segunda parte es una falsificación añadida durante las obras de reconstrucción.
En el brazo oriental, que era de herradura, sobre la bóveda de horno, se conserva un mosaico del siglo IX que la cubre. Estaba oculto por capas de enlucido, lo que permitió su conservación hasta su descubrimiento en el siglo XIX. Se calcula que está formado por 130000 teselas.
El mosaico muestra debajo una inscripción en latín, que se atribuye a Teodulfo: «Ved aquí y contemplad el Santo Oráculo y sus querubines, aquí resplandece el Arca del Testamento Divino. Ante este espectáculo esfuérzate por rezar al Dios del Trueno y no dejes, te ruego, de asociar Teodulfo a tus plegarias».
En el mosaico está representada el Arca de la Alianza sostenida por dos ángeles pequeños y, sobre ella, la mano de Dios. Dios es representado por la mano dada la tendencia iconófoba de Teodulfo, que veía las imágenes de Dios, las Vírgenes y Santos como tendencias a la idolatría. Dos ángeles de mayor tamaño, situados más arriba, bajo rosas octogonales y estrellas, parecen proteger la escena.
Es el único mosaico carolingio conservado en Francia.
El alabastro que cubre las ventanas próximas al mosaico es también del siglo IX.
En el exterior hay una pila octogonal del XII.