Santa María de Narzana
Todos hablan de ella como emplazada en un alto lo que la hace visible desde lejos. Yo también la vi de lejos, pero abajo, ya que me perdí por esas aldeas y fue una auténtica odisea llegar a ella por caminos intransitables. Hay que ir desde Vega. Si os pasáis, puede ocurriros como a mí.
Es de una sola nave rectangular finalizando en un ábside semicircular.
La impresionante portada, protegida por un pórtico añadido en el siglo XVIII, se abre al oeste. Consta de tres arquivoltas y un guardapolvo semicirculares con decoración floral y dientes de sierra.
Las arquivoltas se apoyan en dos columnas con capiteles. En los capiteles, tanto a izquierda como a derecha, alternan grifos y vegetales.
En la imposta que hay sobre los capiteles del lado izquierdo se representa una escena con la caza de un jabalí.
Un tejadillo con metopas y canecillos, coronado por un friso con círculos conteniendo palmetas la protege. En las metopas y canecillos es posible distinguir animales, personas y escenas.
Se reconoce bien una escena de lucha.
Un arquero.
Y un personaje (probablemente Daniel) entre leones.
Tres estrechas ventanas se abren en cada uno de los muros laterales.
El ábside se levanta sobre un zócalo.
Posee una pequeña ventana románica decorada con columnas con capiteles con volutas.
A media altura recorre el ábside un friso con una línea ondulada con bolas en su interior.
Bajo el alero del ábside hay una cornisa ajedrezada y bajo ella canecillos y metopas. Las metopas muestran flores de cuatro pétalos en el interior de círculos. En los canecillos los hay con bolas, con rollos, zoomórficos (serpientes) y antropomórficos (monjes con un libro).
Saqueada e incendiada en 1936. Fue reconstruida por Luis Menéndez Pidal en 1960. En 2006 tuvo lugar la última restauración. Desde 1965 es Monumento Nacional
Original del siglo XII.