Santa María del Naranco
Subiendo al monte Naranco desde Oviedo se halla este antiguo palacio de los reyes asturianos. Forma conjunto con él la iglesia de San Miguel de Lillo, unos cien metros más arriba.
Ésta última sufrió derrumbes y graves daños y entonces (siglo XII) el palacio pasó a ser la iglesia de Santa María.
Es un edificio de dos plantas.
A la superior se accede mediante una escalera doble ubicada en el muro norte.
Es la planta más interesante. Consta de una gran sala central cubierta con bóveda de cañón y tribunas a ambos lados. La bóveda de la sala la soportan seis arcos fajones apoyados en ménsulas.
Las tribunas también se cubren con bóvedas. Mediante tres arcadas se comunican con la nave.
Cada tribuna tiene tres arcadas en su lado largo que da al exterior (este y oeste) y dos en cada uno de los cortos (norte y sur).
Las arcadas se apoyan en columnas también sogueadas que culminan en capiteles corintios.
Las tribunas son excelentes miradores.
En la tribuna este hay un altar, copia del original guardado en el Museo Arqueológico de Oviedo.
Sobre las tribunas hay unos espacios abiertos al exterior mediante ventanas triforadas.
En la sala arcuaciones ciegas decoran ambos lados sostenidas por columnas sogueadas.
Sobre las columnas los capiteles troncopiramidales muestran animales enfrentados y monjes.
Tanto en la sala como en las tribunas hay medallones esculpidos en las enjutas de los arcos. Hombres a caballo, aves y cuadrúpedos se repiten como tema.
Hay unos paneles sobre los medallones con siluetas de monjes y y caballeros.
En las tribunas hay también medallones por el exterior.
Los muros norte y sur están modulados mediante los contrafuertes, decorados con estrías, que corresponden a los arcos fajones.
Aunque los detalles decorativos sean sencillos llegan a todos los elementos. Puertas y ventanas muestran también estrías.
A la planta baja se accede por una puerta situada al norte.
La planta baja consta de un amplio cuerpo central cubierto de bóveda de cañón recorrido por arcos fajones que descansan directamente sobre el muro.
A este y oeste tiene sendas dependencias con cubierta de madera. La del oeste no comunicada con ella y se accede a ella por puerta de medio punto desde el exterior.
La del este, cuyo fondo está más bajo, ha sido considerada sala de baños o aljibe. Tres ventanas la iluminan al fondo y una en cada lateral.
El material utilizado es el sillarejo, como es corriente en el arte asturiano, pero hay también sillares.
Entre los contrafuertes que llegan hasta la cubierta y las ventanas triforadas que dan la sensación de una tercera planta se realza la verticalidad del conjunto.
El palacio fue construido por Ramiro I (842-850). Su transformación en iglesia más diversas reformas de época barroca modificaron bastante el edificio. Luís Menéndez Pidal entre 1929 y 1934 lo reformó, quitando añadidos y dándole el aspecto actual.
Formando parte del prerrománico asturiano es Patrimonio de la Humanidad desde 1985.