San Pedro de Rates.
Rates es una población, situada al norte de Oporto, en la que se halla el antiguo monasterio de San Pedro.
La iglesia es de tres naves de diferente tamaño con un transepto que no sobresale al exterior y está encabezada por tres ábsides semicirculares.
Tiene tres portadas. La principal, de cinco arquivoltas, está situada a poniente.
Muestra un tímpano con el Pantocrátor dentro de una mandorla flanqueado por dos santos apoyado cada uno sobre un hombre tendido en el suelo. Entre el Pantocrátor y los santos hay dos cabezas.
En las dovelas de las arcuaciones interiores están representados apóstoles y ángeles.
Los capiteles muestran animales fantásticos como sirenas, máscaras y motivos diversos.
En las mochetas hay pájaros en posición simétrica bebiendo de un recipiente, motivo muy repetido en el románico portugués.
Sobre el portal, hay un rosetón, en el que ocho óculos pequeños rodean el óculo central.
La portada del lado norte está formada por dos arquivoltas, mostarndo la interior decoración floral y de bolas. la de los capiteles es toda vegetal. El tímpano es liso y se apoya en mochetas con volutas.
En el mismo lado norte, en el falso transepto hay un ventanal con los capiteles esculpidos.
El portal sur tiene una doble arquivolta decorada sobre impostas.
El tímpano muestra un Agnus Dei y está rodeado por una arquivolta polilobulada.
Las columnas apoyan sobre lo que parecen leones.
Los capiteles son figurativos. En uno de ellos, repetido a ambos lados, un animal inidentificable devora un hombre por los pies.
Los ábsides son semicirculares, siendo mucho mayor el central. Tenemos que tener en cuenta que el central y el norte fueron reconstruidos pues habían desaparecido en las reformas del siglo XVIII.
El ábside principal presenta cinco arcadas apoyadas en columnas adosadas.
Entre las columnas hay ventanas, dos de ellas ciegas. Tanto las columnas de las arcuaciones como las de las ventanas tienen los capiteles esculpidos, y en las arcuaciones aparece ajedrezado jaqués.
La cornisa, también decorada con ajedrezado jaqués, reposa sobre canecillos esculpidos.
Los absidiolos son reforzados por contrafuertes. Lo canecillos de sus cornisas están sin esculpir. La única decoración es el ajedrezado jaqués de la cornisa del ábside sur, que probablemente, como en el central, es fruto de una invención en la restauración del siglo XX.


En el interior la nave central está separada de las laterales por arcos desiguales, apoyados sobre robustos pilares de diferente tipología. Las naves se cubren con madera.
Los arcos de separación entre la nave central y la norte situados más hacia los pies están bellamente decorados. En los pilares hay grabadas cruces patadas
Las naves laterales son más bajas que la central.


Los ábsides se cubren todos con bóveda de cuarto de esfera, pero están precedidos de un tramo preabsidal cubierto con bóveda de cañón.


El tramo preabsidal del ábside central tiene a los lados columnas adosadas sosteniendo arcuaciones.
Bajo las ventanas, el ábside central está también dividido por columnas con capiteles esculpidos sosteniendo arcadas.
Los capiteles de toda al iglesia no parecen responder a ningún programa concreto y los hay de todo tipo. Predominan los vegetales.
Pero también los hay con animales.
Y alguno con escenas narrativas.
En los alrededores, en el pequeño museo habilitado junto a la oficina de turismo, se exhiben algunas esculturas, procedentes de la iglesia, como las siguientes en las que algunos creen identificar a San Pedro de Rates y a Alfonso I.
Restos hallados en las proximidades demuestran que el lugar estuvo poblado desde época romana y que más tarde debió existir una comunidad monástica con su templo prerrománico. La tradición considera que el fundador fue el propio San Pedro de Rates, que habría sido enterrado aquí. A finales del siglo XI empezó a levantarse la iglesia actual, que los condes Enrique de Borgoña y Teresa de León cedieron al priorato cluniacense de La-Charité-sur-Loire. A lo largo de los siglos XII y XIII se completó la fábrica románica. En el siglo XV se extinguió la comunidad y la iglesia fue cedida a la Orden de Cristo. En época barroca se hicieron profundas modificaciones siendo sustituido por completo el ábside principal y eliminándose el rosetón. En el siglo XX una completa restauración intentó devolver a la iglesia su aspecto original.