Caladrones (Calladrons) está situado al sudeste de Benabarre, municipio al que pertenece.
Un corto desvío desde la carretera N-230 conduce al pueblo. Antes de llegar ya encontramos el primer punto de interés, el pilaret de San Cristóbal, denominado así pero con placas cerámicas en cada una de las caras dedicadas a diferentes santos.
Sobre el núcleo urbano se destaca un montículo donde hubo el castillo conquistado por Arnau Mir de Tost.
No quedan apenas restos de la fortaleza excepto parte de un torreón prismático de época incierta y restos de muros.
Debajo del torreón aún hay vestigios de los que debió ser cisterna o aljibe.
Las calles mantiene una estructura tradicional, pendientes, con pasos cubiertos y casas con reformas de todo tiempo.
Reaprovechadas las dovelas en una construcción reformada aún queda algún escudo de hidalguía del siglo XVII.
La iglesia parroquial dedicada a Santa María es de origen románico, citada ya en el siglo XII.
Lo único que quedaría de esa época sería el ábside semicircular.
Fue reformada profundamente en 1612 como indica la fecha inscrita sobre la portada,
Contemporáneas a la portada deben ser las bóvedas y aún habría añadidos más modernos como el coro.
La pila bautismal es una rústica semiesfera, pero que tiene como base un pedestal circular con un apostolado esculpido.
En la parte baja del pueblo hay una plazoleta con una cruz de término.
Desde allí hacia el sudeste se llega a la ermita de Santa Ana, construcción de época incierta, que se mantiene cuidada y en buen estado.
Las casas están a muy escasa distancia de Santa Ana.
Pronto se divisa la iglesia románica de Santa Justa, capilla del cementerio.
Tiene un ábside correspondiente al románico pleno.
El resto de muros están muy modificados y partes del aparejo pudieran ser anteriores.
Al salir de la población para regresar a la carretera general se divisa en un montículo otro pilaret.
Se trata del pilaret de San Sebastián, situado en el extremo de un campo al cual se puede llegar por una pista.