La iglesia del siglo XII es lo único que se conserva del antiguo monasterio originario del siglo IX.
Consta de tres naves con crucero y una girola al igual que las iglesias de peregrinación. A la girola se abren cinco ábsides.
En la fachada de poniente se abre la portada. Sobre ella hay un espléndido rosetón.
Y a ambos lados ventanas de medio punto cerradas con arcos polilobulados.
La portada está enmarcada por contrafuertes y cobijada por un tornalluvias sostenido por seis canecillos
En el tímpano se muestra un Agnus Dei inserto en un círculo.
En la decoración de las arquivoltas aparecen animales y seres humanos, ocupando la clave sobre el tímpano Daniel entre dos leones rampantes.
Los canecillos del tornalluvias con representaciones zoomorfas y antropomorfas están bastante desgastados.
Las naves muestran actualmente cubiertas de madera y se dividen en cuatro tramos separados por pilares cruciformes.
La decoración es muy variada. Hay capiteles con decoración vegetal.
Y otros con representaciones de luchas entre animales.
Las bases de las columnas también están ricamente decoradas.
La girola no se cubre con cubiertas de madera sino con falsas bóvedas de cañón.
Entre las obras que alberga en su interior destaca esta Virgen con el Niño de finales del siglo XII.
Y una pila que es considerada una de las hidrias que contenían el agua que Jesús transformó en vino en las bodas de Caná. A este recipiente también se le adjudican poderes curativo-milagrosos.
Los ábsides, que en realidad son capillas de la girola, son algo posteriores a la fábrica de la iglesia. Tres ventanas se abren en los tres centrales y dos en los laterales.
Un ajedrezado jaqués rodea las ventanas absidales lo que con la girola nos recuerda el Camino al que no debió ser en absoluto ajena esta iglesia.