Saint Trophime (San Trófimo) se encuentra en la céntrica plaza de la República.
La actual iglesia sustituyó a otra anterior del siglo V, reedificada en período carolingio, dedicada a San Esteban. Cambió su nombre al trasladar a la nueva catedral las reliquias de San Trófimo desde los Alyscamps en 1152.
Fue sede de un arzobispado hasta la Revolución. Durante ésta sufrió graves daños y en 1801 el arzobispado se trasladó a Aix-en-Provence.
San Trófimo es considerada la obra más importante del románico provenzal. Fue construida a lo largo del siglo XII.
La portada es ya de finales del siglo XII. En esta época Arles era el punto de partida de la Vía Tolosana del Camino de Santiago.
Esta portada tuvo una cuidadosa y profunda restauración a finales del siglo XX.
La portada semeja un arco de triunfo romano, siendo el tema escultórico principal el Juicio Final.
Preside el tímpano el Pantocrátor dentro de una mandorla rodeado por el Tetramorfos. En el friso del dintel aparecen los Apóstoles y en la arcuación que lo cubre una cohorte de ángeles con los portadores de las trompetas apocalípticas en el centro. El friso se prolonga por toda la portada y en él se hallan esculpidos los condenados (a la derecha según el espectador) y los bienaventurados (a la izquierda).
Entre las columnas, a ambos lados, están los Apóstoles en gran tamaño. Flanqueando la puerta, a la izquierda, San Juan y San Pedro.
Y a la derecha San Pablo y San Andrés. A sus pies tiene todos ellos fieras monstruosas que torturan seres humanos.
Entre lso restantes Apóstoles se halla también la figura de San Trófimo con el báculo que lo identifica.
La temática de toda la portada, pese a estar centrada en el Juicio Final, abarca todo tipo de temas, no sólo bíblicos. Como suele ser habitual no falta la psicostasis. Y debajo podemos ver a Hércules sosteniendo los cercopes enanos
En uno de los capiteles la Natividad y el baño del Niño.
Y uno de los temas habituales, también en el románico hispano, Sansón descuajaringando al león.
El interior consta de una nave central muy alta de cinco tramos cubierta con bóveda de medio cañón apuntada y dos colaterales muy estrechas cubiertas con bóveda de cuarto de cañón.
Los tres ábsides románicos dfueron sustituidos en el siglo XV por una girola con capillas radiales gótica.
En la iglesia se conservan tres sepulcros de la antigüedad tardía como éste en el que se representa el paso del Mar Rojo.
Y otras interesantes obras artísticas como esta “Puesta en tumba” del siglo XVI, procedente de la iglesia de los dominicos, en una de las capillas de la girola.
Para entrar en el claustro hay que salir al exterior y cruzar un patio desde donde se domina la torre sobre el crucero.
El claustro luce con todo su esplendor tras la reciente restauración. Se construyó en varias fases distintas. La galería norte a mediados del siglo XII, la galería este a caballo de los siglos XII y XIII y las galerías sur y oeste, ya completamente góticas, a finales del XIV.
La galería norte cubierta con bóveda de cañón tiene los pilares básicamente dedicados a los patronos, San Trófimo y San Esteban, que alternan con Apóstoles y con escenas bíblicas.
San Trófimo aparece entre San Pedro y San Juan, junto a la escena de la Resurrección.
La escena de la Ascensión ocupa otro pilar en el que están San Esteban, San Pablo y San Andrés.
En la galería este aparecen temas de la Pasión y escenas de la vida de Cristo.
En un pilar las Tentaciones en el desierto y el Bautismo de Cristo.
En otro el Prendimiento, la Santa Cena y el Lavatorio de pies, sin ningún orden cronológico.
En un capitel semiescondido una bella escena del sueño de los Reyes.
En otro la matanza de los Inocentes.
En otro la Natividad.
Las otras galerías son plenamente góticas y es curioso como en la galería oeste la temática está dedicada a los temas míticos de la región. Abundan los animales fantásticos.
Con un papel destacado para la Tarasca, bestia legendaria que habitaba en Tarancón y aterrorizaba la comarca y que sólo pudo ser domada y sometida gracias a la intervención de Santa Marta.